Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://luludthr641898.blogsmine.com/38900683/el-cabezazo-de-zidane-bajo-la-lupa